lunes, 25 de febrero de 2008

Federico Boy ha sido nombrado Hermano Mayor Honorario de la Cofradia de la Soledad.

En reunión de Junta de Gobierno de ésta Hermandad celebrada en fechas pasadas se acordó por unanimidad solicitar al Secretariado Diocesano para Hermandades y Cofradías el título de Hermano Mayor Honorario de ésta Cofradía a D. Federico Boy Benítez, siendo ésta aprobada posteriormente por decreto del Delegado Diocesano para Hermandades y Cofradías. Federico Boy Benítez pertenece como hermano de ésta Venerable Hermandad desde 1.950, cuando viste por primera vez la túnica del Santo Entierro de Ntro. Sr. Jesucristo. Desde estos inicios, junto con personas ilustres dentro de la historia de esta corporación tales como D. Francisco Moreno de la Flor, D. Alfonso López Martínez, D. Ángel Carlier Vea-Murgia y un largo etc., dedica todos sus esfuerzos personales a engrandecer esta Cofradía, comprometiéndose activamente en todas sus facetas y participando desde entonces en la vida de nuestra comunidad parroquial como un comprometido cristiano al servicio de nuestra Santa Madre Iglesia. Su trayectoria dentro de la Junta de Gobierno de la Hermandad comienza en el año 1.971 cuando entra a formar parte de ella como Conciliario, cargo que ocupa hasta 1.977 cuando pasa a ocupar el cargo de 2º Hermano Mayor hasta 1.980, año en el cual es elegido como Hermano Mayor, puesto que ocupa hasta 1.990. Posteriormente ocuparía de nuevo el cargo de 2º Hermano Mayor hasta 1.995 y de Vocal hasta 1.998. Desde entonces hasta la actualidad mantiene una colaboración estrecha y activa, anteriormente con la Junta Gestora y ahora con la Junta de Gobierno demostrando día a día a todos los hermanos y hermanas de la Cofradía de su interés, su amor y su dedicación a ésta su Hermandad y a sus Sagrados Titulares.
El acto de entrega de ésta distinción tendrá lugar el próximo Viernes 29 de Febrero, al finalizar la Santa Misa que se consagrará en honor de los Titulares de la Hermandad.

sábado, 23 de febrero de 2008

Ntra Sra de la Soledad un poco de su historia.

La Dolorosa imagen de Nuestra Señora de la Soledad, es de candelero, está hecha en madera de cedro policromada, ojos de vidrio pintados, pestañas postizas y cuatro lágrimas resbalan por sus mejillas. Mide 1,50 metros de altura. Había permanecido como "obra atribuida a La Roldana" desde hacía mucho tiempo, hasta que el investigador de temas gaditanos D. Enrique Hormigo Sánchez encontró el documento del que hablamos, que confirma la autoría de La Roldana. Pertenece a la Venerable y Real Cofradía de Penitencia de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Ligada siempre a la tutela de los frailes mínimos hasta la exclaustración de estos en 1.835, la Virgen de la Soledad recibió culto a través de una rancia Cofradía de homónima apelación, constando que en 1.786 compartía titularidad devocional con el Santo Entierro de Cristo en el seno de dicha corporación cofrade, institución que participaría de la bonanza y prosperidad que vivía la Real Villa en el siglo XVIII hasta el punto de ser "admitida por este Ayuntamiento bajo su protección, para corresponder a la devoción que tienen a las Sagradas Imágenes de la referida Cofradía".
Actualmente se encuentra en la Iglesia Conventual de la Victoria, en Puerto Real, donde ha permanecido intacta a pesar de las continuas extinciones de la Cofradía en el siglo XIX, debido especialmente a la invasión francesa –saqueo de Puerto Real- y a la desamortización de Mendizábal.
Prosiguió la Virgen de la Soledad en la referida iglesia de la Victoria a lo largo del referido siglo XIX, donde se la localiza el 16 de octubre de 1.830, por medio de un inventario, en un altar colateral con un frontal de damasco, frente a un San Francisco de Paula, enumerando entre sus enseres una diadema de plata, una corona de espinas, un rosario de oro y otro de plata sobredorada.